Tras su apariencia altanera de ciudad histórica de primera, Essaouira es una ciudad secreta que no solo se ciñe al catálogo turístico
Cofradía mística
Los gnaoua son los descendientes de los antiguos esclavos del África negra. Sus costumbres, a la vez musicales, iniciáticas y terapéuticas, mezclan la influencia africana con la arábiga bereber. A principios de verano, Essaouira acoge desde hace más de diez años un destacable y constructivo festival musical dedicado a las cofradías místicas.
Isla de los halcones
A quince minutos en barco, podemos acercarnos a las dos islas de Mogador, verdaderos vínculos entre el océano y el continente, pero no podremos pisarlas porque son reservas ornitológicas protegidas. Allí se puede observar, por ejemplo, el vuelo del halcón de Eleonor. Estos islotes, escala de los fenicios, albergaron una fábrica de púrpura a principios de la era cristiana.
Pueblos en armonía
El antiguo barrio judío, la mellah, se encuentra en el Noreste de la ciudad vieja. Su tamaño es una prueba de que la comunidad judía era muy importante en el siglo XVIII y que las comunidades vivían en armonía en Essaouira. Restaurar este barrio es una de las prioridades locales. Las callejuelas del zoco le conducirán hasta la plaza de Moulay El Hassan y sus cafés, paseando entre los puestos, sobre todo los de los famosos ebanistas que trabajan de manera destacable la madera de tuya.
Mujeres de negocios
Todo lo relacionado con la filial del aceite de argán, desde el tratamiento de las nueces hasta su comercialización, depende de las mujeres de la cooperativa. Si decide visitar una de ellas, las mujeres le explicarán su trabajo con orgullo. En Essaouira, siempre llevan el haïk blanco, una tela muy larga que envuelve el cuerpo con gracia.
Recordar
Ciudad cosmopolita y secreta, Essaouira se deja descubrir para los que tengan la voluntad de entenderla mejor. Le esperan muchas sorpresas...
